sábado, 12 de febrero de 2011

actuar o no actuar, esa es la cuestión

Lo más sencillo siempre es autocompadecerse, y sentirse víctima de todo lo que te sucede, pensar que la culpa no es tuya, creer que no puedes hacer nada, que nunca cambiarán las cosas, y quedarte en silencio en compañia de la soledad y el miedo y la falta de ganas de levantarte para intentar que las cosas cambien. pensar que necesitas que alguien te tienda la mano, te abrace y te diga que todo va a estar bien, mientras esperas a ese alguien, ese ángel que crees que te guarda, sigues inmóvil intentando responder preguntas que nunca han tenido ni tendrán respuesta. es sencillo, pero es real, estás parada mientras todo pasa, eres un espectador despistado en tu propia obra, eres una parte del decorado, porque al decorado nunca le pasa nada, ni bueno ni malo, simplemente nada. te autoconvences de que eso es mejor que protagonizar la obra, salir al escenario y actuar, vivir, sentir, sufrir,alegrarte, luchar, cambiar,disfrutar, aprender;todo esto asusta, es desconocido y lo observas desde el recelo y el miedo. sigues siendo el árbol o la piedra, mientras los demás actúan, esperas creyendo que tu turno llegará, tu turno ha llegado pero no quieres salir ahi, no quieres vivir tu obra ya que es mejor ver la representación del resto, así nada malo te sucederá, pero tampoco nada bueno.
Levántate, deja de compadecerte y sal al escenario de una puta vez, nadie lo hará por ti, sal y actúa, actúa como mejor te parezca en cada momento pero hazlo,porque si no lo haces no serás nadie, y nadie no existe, es un ser inerte, no tiene vida, está muerto.